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Cómo se instrumentó esta idea.




Mediante la ley 46 (1998) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se instituyó la base de este proyecto, que incluye un monumento y un "grupo poliescultural", que en su conjunto constituye el llamado "Parque de la Memoria". Dice el art.1°: "Destínase, en la franja costera del Río de la Plata, un espacio que será afectado para su uso como paseo público donde se emplazará un monumento y un grupo poliescultural, en homenaje a los detenidos-desaparecidos y asesinados por el terrorismo de Estado durante los años '70 e inicios de los '80, hasta la recuperación del Estado de Derecho". 
Agrega el art.2°: "El Monumento debe contener los nombres de los detenidos-desaparecidos y asesinados que constan en el informe producido por la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (Co.Na.Dep.), depurado y actualizado por la Subsecretaría de Derechos Humanos y Sociales del Ministerio del Interior de la Nación, los de aquellos que con posterioridad hubieran sido denunciados ante el mismo organismo, o proporcionado conjuntamente por los Organismos de Derechos Humanos. Además, contará con un espacio que permita la incorporación de los nombres de aquellos detenidos- desaparecidos o asesinados durante el período citado en el artículo 1º, que pudieran denunciarse en el futuro."
 A su vez, el art.3°, que tendrá una importancia especial para lo que trataremos a continuación, establecía la creación de la "Comisión Pro-Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado", integrada por el vicepresidente primero de la Legislatura, once diputados (respetando la proporción de los bloques representados), cuatro funcionarios designados por el Jefe de Gobierno de la CABA, representando a las áreas involucradas en el cumplimiento de esta ley, un representante designado por la Universidad de Buenos Aires, y un representante por cada uno de los "organismos de Derechos Humanos" detallados en el anexo II de la misma ley
Nótese que ya empezamos mal; el texto dice "en homenaje". Según el diccionario de la RAE, homenaje es la "sumisión, veneración, respeto hacia alguien o de algo". O en otra acepción: "Acto o serie de actos que se celebran en honor de alguien o de algo". ¿Eran honorables o dignos de veneración y respeto los individuos cuyos nombres se encuentran tallados en este monumento? Por supuesto que no; entre los 8.751 registros existentes a octubre de 2020 podrá haber algunas pocas excepciones, pero en su abrumadora mayoría se trataba de miembros de organizaciones político-militares que murieron y cometieron toda clase de delitos en pos de esclavizar al país. Nada más lejano que otros monumentos similares que existen en el mundo libre y homenajean a caídos en la lucha por la libertad. Aquí es al revés: un país supuestamente parte del mundo libre, homenajea a guerrilleros comunistas que tomaron las armas para abolir la Constitución e instalar una tiranía marxista-leninista.


No es objetivo de este trabajo el calificar la metodología utilizada por las Fuerzas Armadas y de Seguridad que tuvieron la misión de combatir contra la subversión; sólo podemos decir que, luego de sufrir una enorme cantidad de atentados que costaron muchas vidas y muchos bienes, se decidió utilizar métodos de combate que no eran nuevos, por crueles e inhumanos que pudieran parecer (¿Qué guerra no es cruel e inhumana?). Eran los más calificados y efectivos dentro de las academias militares de todo el mundo para enfrentar este tipo de guerra, una no convencional en la cual los combatientes enemigos no usaban uniforme y estaban infiltrados en todas partes; podían estar en las escuelas, universidades, fábricas y en tu propia casa. La estructura celular que utilizaban, tomada de las enseñanzas de Lenin, hacía prácticamente imposible el combate por una vía convencional. Así es como se hizo en la Batalla de Argel y en el Programa Phoenix contra la guerrilla del Vietcong, en Vietnam.
Pero el hecho de que todo haya terminado en una masacre no convierte a las víctimas en gente inocente, ni mucho menos; eran criminales antes de ser eliminados y su infamia no se borra ni por el paso del tiempo ni por la forma en que perecieron.
Volviendo al monumento, resulta particularmente triste ver cómo se induce a error a la gente sobre el contenido de semejante adefesio. Se invita a personalidades o mandatarios extranjeros a visitar el predio como si se tratara de un panteón de héroes en la lucha por la libertad, al estilo de los liberadores de Europa en Normandía. Ver en la siguiente imagen la presencia de Angela Merkel:



Pero la historia real es bien diferente. Es más, en la ley se habla de "asesinados" o "detenidos-desaparecidos", pero la lista está plagada de individuos que murieron en combate, mutilados por sus propias bombas o hasta ejecutados por sus propias organizaciones terroristas. Esto es lo peor de todo; no se dice la verdad sobre lo ocurrido. Esta es precisamente la intención de este trabajo. Brindar al lector toda la información disponible sobre los hechos que llevaron a esas personas a engrosar la lista elaborada por esos "organismos de derechos humanos", que no son otra cosa que los familiares, amigos y herederos ideológicos de aquellos subversivos. Como se dijo en el subtítulo, termina siendo un homenaje al terrorismo marxista-leninista, cosa que parece confirmar en forma rotunda el siguiente mensaje que presenta el monumento:



"Los que murieron combatiendo por los mismos ideales de justicia y equidad". Creo que no quedan dudas, luego de traducirlo al lenguaje común, de que los "ideales de justicia y equidad" eran la implantación del sistema comunista al estilo cubano. Esto es lo que, lamentablemente, la ciudad de Buenos Aires tiene para exhibir a los turistas dentro de la amplia variedad de bellezas naturales y arquitectónicas que posee.
Ese monumento se complementa con algunas estructuras elaboradas por artistas argentinos que no desentonan con el ambiente "revolucionario" que aquél pretende instalar; por ejemplo, el panel con la inscripción "pensar es un hecho revolucionario", de Marie Orensanz, o la efigie del teniente primero de la organización Montoneros, Luis Rodolfo Guagnini, diseñada por Nicolás, uno de sus hijos (ver imágenes a continuación).


Pero en algún momento la verdad saldría a la luz. En marzo de 2016, al cumplirse 40 años del golpe de Estado de 1976, que hoy demonizan casi todos, pero que en aquel momento esperaban casi todos como si del maná cayendo del cielo se tratara, el periodista Ceferino Reato produjo un informe para el portal Infobae, mediante un video que publicamos a continuación. El mismo se titula "Los nombres ocultos del Parque de la Memoria", y presenta los casos más groseros de aquellos que en párrafos precedentes hemos mencionado como no pertenecientes a la categoría de "asesinados" ni "detenidos-desaparecidos". Especial atención merece lo que dice cerca del final de su exposición acerca de la "Comisión Pro-Monumento":



En el mismo sentido, aunque con un énfasis diferente, vamos a presentar en futuras entradas de este blog otros casos, algunos verdaderamente indignantes, de guerrilleros caídos en combate y registrados en la base de datos como "asesinados" o "detenidos-desaparecidos", omitiendo los ya mencionados por Reato para no caer en repeticiones innecesarias.
¿Cómo pudo suceder esto? La respuesta habría que buscarla en la psicología, tratándose de una especie extraña de "Síndrome de Estocolmo" que provocó empatía en grandes capas de la población con la lucha revolucionaria, luego de la tragedia vivida en los años '70. Pero parece no ser algo nuevo; el escritor Marcos Aguinis, en su indispensable obra "El atroz encanto de ser argentinos", citó observaciones efectuadas por Charles Darwin cuando pasó fugazmente por nuestra tierra en 1833, en medio de su periplo mundial en el HMS Beagle, comandado por el capitán Robert Fitz Roy. El autor de El Origen de las Especies quedó impresionado por la "extraña solidaridad que se tenía con el delincuente, como si hubiese una subterránea identificación del ciudadano común y los que violan la ley" (Aguinis, ob.cit., pág.19).
Y todo en medio de un oscurantismo medieval promovido por quienes crearon esta "historia oficial" que no puede ser cuestionada desde ningún punto de vista, so pena de ser arrojado a la hoguera del ostracismo absoluto.
Aunque parezca extraño, mucha gente (aún los ciudadanos de mayor edad) no sabe o no ha leído que a partir del triunfo de la revolución castrista en Cuba, toda la América Latina se convirtió en un teatro de operaciones de la Guerra Fría. Cuando aún no se había hecho público el carácter marxista-leninista de la revolución, ya se planeaba en las sombras (especialmente por iniciativa de Ernesto Guevara) la "exportación" de la lucha armada. Jorge Ricardo Masetti, periodista de Radio El Mundo que cubría las andanzas del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra, sería el encargado de poner en marcha los planes del Che para Argentina, al menos en una primera etapa. Entraba en acción el "Ejército Guerrillero del Pueblo" en Salta, desbaratado en mayo de 1964 por la Gendarmería, cuyo director por entonces era el general Julio Alsogaray. A continuación publicamos un reportaje efectuado a este oficial por la revista Primera Plana, el 5 de mayo de ese año, donde detalla las características de aquella guerrilla y de las operaciones para combatirla. Paradójicamente, sus dos hijos (Juan Carlos y Julio Jorge) se incorporaron años más tarde a Montoneros, y el primero (caído en Tucumán en febrero de 1976) había participado del atentado con bomba contra el Hércules C-130 que transportaba decenas de gendarmes, provocando varios muertos y heridos graves.



Apenas un poco más tarde, el 21 de julio de 1964, se produjo en pleno centro de Buenos Aires una devastadora explosión que casi demuele un edificio situado en la calle Posadas 1168. Al principio se pensó en un escape de gas, tal como lo reflejó la prensa de la época. 


Pero no era eso. El departamento 108 de ese edificio servía como cuartel general de las FARN (Fuerzas Armadas de la Revolución Nacional), un experimento guerrillero que también contaba con la bendición del Che Guevara y era instrumentado por Angel "El Vasco" Bengochea, un ex militante de Palabra Obrera, el grupo trotskista orientado por Nahuel Moreno que por aquel entonces hacía "entrismo" en el movimiento peronista. Pero algo salió mal y el departamento voló en pedazos, matando a Bengochea, a otros terroristas y a una familia entera totalmente ajena al hecho.


Semejante desastre puso fin a la iniciativa subversiva, ya que la muerte de varios de sus protagonistas más la investigación posterior del hecho no dejó lugar para ninguna continuidad. La idea de Bengochea era establecer un foco guerrillero en Tucumán, en la zona de los ingenios, y originalmente tuvo la intención de establecer un esfuerzo conjunto con el grupo de Masetti en Salta. Ver en los titulares de Clarín: "Habría conexión con los guerrilleros" (los guerrilleros eran el grupo de Masetti).








Varios de los sobrevivientes de este grupo terminarían formando las FAP (Fuerzas Armadas Peronistas), entre ellos Amanda Peralta (foto), la única mujer que llegó a combatir en Taco Ralo, al sur de la provincia de Tucumán, donde esa agrupación intentó establecer otro foco guerrillero hasta ser desbaratada por la policía local, en septiembre de 1968. El ministro del Interior de entonces, Dr.Guillermo Borda, declaraba: "Son hombres que se dicen peronistas, pero por toda la información que tenemos, en realidad son castro-comunistas", lo que era absolutamente cierto.



Hasta aquí la introducción, para que el lector tenga una idea de la dimensión de la "invasión" castrista en América Latina y también en otros lugares (los agentes y guerrilleros cubanos intervinieron también en Argelia y el Congo). Pero en ningún otro lugar echó raíces como en Argentina; en ningún otro lugar del planeta hubo tantos grupos guerrilleros de orientación comunista como en nuestro país, si bien algunos terminaron fusionándose con los principales, fundados el mismo año (1970) y que fueron el PRT-ERP y Montoneros. Cuba se encargó de dar entrenamiento militar a muchos de los militantes que participaron en la lucha armada dentro del país, especialmente en la década del '60 y a partir de la fundación de la OLAS (Organización Latinoamericana de Solidaridad) en 1967, con el objetivo de coordinar la lucha revolucionaria desde La Habana. 
Hoy, esos guerrilleros que dejarían un río de sangre en nuestro territorio con el objetivo indisimulado de instalar un totalitarismo comunista, son "homenajeados" en el así llamado "Parque de la Memoria".
Aunque parezca increíble.


A continuación, y en un orden numerado aunque no cronológico ni alfabético, presentaremos los casos más resonantes de individuos o grupos que definitivamente no forman parte de gente "asesinada" o "detenida-desaparecida" por el terrorismo de Estado, y sin embargo tienen su nombre inscripto en este monumento.

 

CASO N° 1




El Combate de Pueblo Viejo fue el primer enfrentamiento importante entre la Compañía de Monte "Ramón Rosa Jiménez" del ERP y el Ejército Argentino en operaciones luego del comienzo del "Operativo Independencia". No está demás recordar el texto del decreto "S" N°261/75:

VISTO:
Las actividades que elementos subversivos desarrollan en la Provincia de Tucumán y la necesidad de adoptar medidas adecuadas para su erradicación:

LA PRESIDENTE DE LA NACION ARGENTINA
en Acuerdo General de Ministros

DECRETA:

Artículo 1°: El Comando General del Ejército procederá a ejecutar las operaciones militares que sean necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de los elementos subversivos que actúan en la Provincia de Tucumán.
Artículo 2°: El Ministerio del Interior pondrá a disposición y bajo control operacional del Comando General del Ejército los efectivos y medios de la Policía Federal que le sean requeridos a través del Ministerio de Defensa , para su empleo en las operaciones a que se hace referencia en el artículo 1°.
Artículo 3°: El Ministerio del Interiror requerirá al Poder Ejecutivo de la Provincia de Tucumán que proporcione y coloque bajo control operacional el personal y los medios policiales que le sean solicitados por el Ministerio de Defensa (Comando General del Ejército), para su empleo en las operaciones precitadas.
Artículo 4°: El Ministerio de Defensa adoptará las medidas pertinentes a efectos de que los Comandos Generales de la Armada y la Fuerza Aérea presten a requerimiento del Comando General del Ejército el apoyo necesario de empleo de medios para las operaciones.
Artículo 5°: El Ministerio de Bienestar Social desarrollará, en Coordinación con el Ministerio de Defensa (Comando General del Ejército), las operaciones de acción cívica que sean necesarias sobre la población afectada por las operaciones militares.
Artículo 6°: La Secretaría de Prensa y Difusión de la Presidencia de la Nación desarrollará a indicación del Ministerio de Defensa (Comando General del Ejército), las operaciones de acción sicológica concurrentes que le sean requeridas.
Artículo 7°: El gasto que demande el cumplimiento de la misión encomendada por el presente Decreto hasta la suma de pesos CUARENTA MILLONES será incorporado a la Jurisdicción 46, Comando General del Ejército, correspondiente al Presupuesto del año 1975.
Artículo 8°:Las disposiciones del presente decreto rigen a partir de la fecha.
Artículo 9:Comuníquese, dése a la Dirección Nacional del Registro Oficial y Archívese.

FIRMADO:

María Estela de Perón - Presidente de la Nación
Alberto L. Rocamora - Ministro del Interior e interino de Justicia.
Oscar Ivanissevich: Ministro de Educación
Alberto J. Vignes: Ministro de Relaciones Exteriores y Culto.
Adolfo M. Savino: Ministro de Defensa
José López Rega: Ministro de Bienestar Social
Alfredo Gómez Morales: Ministro de Economía
Ricardo Otero: Ministro de Trabajo



En el "Parte de Guerra" fechado el 14/02/75 el ERP detalla las operaciones e informa sobre dos bajas propias (ver texto resaltado en la imagen): "En este combate nuestra unidad tuvo dos bajas, los compañeros Daniel y Tito que combatieron heroicamente hasta su muerte".


¿Pero quiénes eran "Daniel" y "Tito"? En "Estrella Roja" N°49 del 10/03/75 se publicaron dos obituarios que nos aclaran la situación. Se trataba de Héctor Enrique Toledo y Vicente Pablo Lasser.





Sin embargo, pese a que los informes de los propios guerrilleros no dejan dudas, en la base de datos del "Parque de la Memoria" ambos figuran como "asesinados":





Si el lector se ve sorprendido, habrá muchas más sorpresas en los siguientes informes.


CASO N° 2




Este es un caso especial, porque sí se trata de dos personas que fueron asesinadas. Pero...¿Por quién?
Según "El Descamisado" N°29 del 4 de diciembre de 1973 (p.19), los militantes de Peronismo de Base (una de las tantas organizaciones de superficie que respondían a Montoneros) Antonio Deleroni y Nélida Arana, marido y mujer, fueron asesinados por matones del Comando de Organización, parte de la ultraderecha peronista:


"Peronistas asesinados por los traidores del Movimiento", asegura la publicación oficiosa de Montoneros. Los que vivieron la época saben que la izquierda peronista consideraba traidores del movimiento a los de derecha, y viceversa. Nada nuevo. Es más; el diario "Noticias" en su edición del 29/11/73 publicó una nota a dos páginas (12 y 13) sobre el suceso, donde hasta dan el nombre del asesino: un abogado llamado Ricardo Villanueva, que fue detenido de inmediato.




Pero...¡Oh, sorpresa! En la base de datos del Parque de la Memoria figuran como "asesinados por el terrorismo de Estado". Si no, no se explica por qué los pusieron ahí. ¿Y la verdad? Ah, eso es lo de menos...


 

CASO N° 3




Un caso bastante similar al anterior, aunque con protagonistas diferentes; en "El Descamisado" N°4 del 12/06/73 (pág.5) se informa acerca del asesinato de la militante Silvia Filler, cometido el 06/12/71 por un miembro de la CNU (Concentración Nacional Universitaria), otra facción de la ultraderecha peronista.


Mediante este link se puede ver una crónica publicada por el diario La Capital de Mar del Plata a 40 años de aquel hecho: Diario La Capital 06/12/2011
Sin embargo, en la base de datos del Parque figura como "asesinada por el terrorismo de Estado".
En cualquier momento los crímenes de Robledo Puch van a terminar también ahí.



CASO N° 4



Carlos Capuano Martínez, célebre desde 1970 por haber integrado una de las primeras células de Montoneros, aquella que secuestró y asesinó a Pedro Eugenio Aramburu (se encargó de conducir hasta Timote el taxi Ford Falcon propiedad de Firmenich; luego regresó solo a Buenos Aires), cayó abatido por la policía el 16 de agosto de 1972 en un enfrentamiento producido en un bar del barrio de Barracas, en la ciudad de Buenos Aires. Así lo confirmaba "El Descamisado" en su N°13 del 14/08/73.



Pero claro, tratándose de un "compañero" que buscaba la "revolución", su nombre engrosa la lista que figura en el Parque de la Memoria como "asesinado". Al menos ahora comparte lápida con su jefe de entonces, Fernando Abal Medina, caso ya presentado por Ceferino Reato en el video respectivo.




CASO N° 5



El 29 de marzo de 1976 tuvo lugar en el Partido de Moreno, provincia de Buenos Aires, una reunión de la "Junta Coordinadora Revolucionaria", integrada por el ERP argentino, el MIR chileno, el ELN boliviano y los Tupamaros de Uruguay. En esa reunión también participaron algunos invitados de Montoneros. El sitio elegido era la quinta "La Pastoril", ubicada cerca de la estación La Reja del FCDFS.
Obviamente la quinta fue alquilada mediante interpósita persona y con un falso objetivo; no obstante, al casero del lugar le resultaron sospechosos algunos movimientos y dio aviso al propietario, que de inmediato llamó a la Policía Bonaerense. Esta envió varias patrullas al lugar.



Al detectar la presencia policial, los guerrilleros abrieron fuego para cubrir la retirada de los asistentes, según un orden preestablecido. Tal como se detalla en "El Combatiente" N°217 del 17/05/76, el teniente "Martín" (nombre de guerra de Víctor Hugo González), fue uno de los protagonistas de ese hecho y cayó abatido cuando protegía la fuga de los otros empuñando un FAL.
Más claro, imposible. Pero para la base de datos del Parque, el hombre fue "detenido-desaparecido" (?).




CASO N° 6



Ya hemos visto aquí consecuencias de batallas entre peronistas; pero ninguna de ellas tan significativas ni luctuosas como la famosa "Matanza de Ezeiza" del 20/06/73. Cómo se originó la refriega se conoce bastante bien: según las crónicas de la época, muchos de los que habían copado el palco desde donde debería haber hablado Perón, la emprendieron a balazos contra las columnas de la izquierda, identificadas con banderas de FAR y Montoneros. ¿Quiénes eran? En su enorme mayoría matones sindicales enrolados en la Juventud Sindical Peronista, gente del Comando de Organización de Alberto Brito Lima, gente reclutada por el teniente coronel (RE) Jorge Osinde, a quien Juan Domingo Perón le había encargado la "seguridad" del acto, gente de la CNU y otros buenos muchachos por el estilo. Hasta Leonardo Favio fue visto portando una pistola. Y hubo muchas víctimas mortales, nunca aclaradas del todo. Una de ellas fue Antonio Quispe, un peruano integrante de las FAR, con muchos antecedentes revolucionarios.




El recorte es de "El Descamisado" N°8 del 10/07/73, donde puede leerse una breve biografía del occiso.
¿Y qué piensan que pasó? Claro...como se trataba de un "compañero revolucionario", fue incluido en la lista del Parque como "asesinado por el terrorismo de Estado". Lo único más o menos vinculado al Estado en ese lugar era Pedro Antonio Menta, el comandante de Gendarmería que se hizo célebre en aquella imagen alzando y sacudiendo la carabina Mauser como en "señal de victoria".



Y no es el único muerto ese día que figura en la lista. Ya llegaremos.
 


CASO N° 7



En el "parte de guerra" publicado en "Estrella Roja" N°52 del 09/04/75 se informa que la guerrillera del PRT-ERP Clara María Elsa Rossi (NG "Ana"), de apenas 20 años, resistió un allanamiento de una casa operativa con un arma, matando en esa acción a un oficial de policía.



Y en el obituario publicado en el el mismo número se confirma con algún detalle mayor la descripción de los hechos, además de un interesante "prontuario" donde puede observarse que la guerrilla infiltraba por "razones operativas" a sus miembros en facultades, fábricas y otras entidades.


El diario La Nación en su edición del 19/03/75 publicó en la página 10 la noticia sobre el crimen del subinspector Valverde, confirmando así la situación antes mencionada. Allí le adjudican a Rossi, junto al cómplice fugado, la autoría material del asesinato de los profesores Jordán Bruno Genta y Carlos Alberto Sacheri, pero esto sería un error, dado que esos hechos fueron reivindicados en su momento por la fracción "22 de agosto" escindida del PRT-ERP en 1973.




Sin embargo, "Ana" aparece listada en la base de datos del Parque de la Memoria como "asesinada".
Estimado lector, no se indigne tanto todavía, ya tendrá tiempo para más.



CASO N° 8



En "Evita Montonera" N°12 (feb-mar 1976, pág.35) se detallan dos acciones armadas protagonizadas por diferentes grupos de Montoneros; en el segundo, luego de entablar combate con alguien que les disparó desde un colectivo (posiblemente algún miembro de las fuerzas de seguridad), cayó abatido el aspirante Rafael Cifaldi (en la revista escriben con "S" su apellido).



Como sucedió en otras ocasiones, el nombre de guerrillero caído pasa a usarse como identificación para un pelotón de combate del Ejército Montonero. Y a la vez prometen "continuar con el aniquilamiento de todos aquellos que visten uniforme". ¿No eran simpáticos?
Y este "aniquilador", como ya resulta obvio, terminó en la lista del Parque como "asesinado".
La desfachatez de los creadores de este engendro les hace poner como referencia este mismo artículo citado, que muestra las cosas tal como sucedieron.




CASO N° 9



Continuamos con Manuel Negrín, un veterano en las lides guerrilleras, que había llegado al grado de teniente en el PRT-ERP y fue uno de los pioneros de la Compañía de Monte Ramón  Rosa Jiménez.
Negrín fue uno de los tantos futuros combatientes argentinos entrenados en Cuba en la década del sesenta, y que en 1968 pasaría por Praga desde La Habana con un pasaporte cubano falso a nombre de "Roberto Cifuentes" (ver Yofre, Juan B. "Fue Cuba", pág.553).


Negrín fue uno de los protagonistas de la sangrienta fuga del penal de Villa Urquiza (Tucumán) en 1971, acción en la que ultimaron a varios policías. Otro de los fugados en esa oportunidad fue el "zurdo" Ramón Rosa Jiménez, quien caería abatido al año siguiente y adornaría con su nombre al grupo guerrillero rural.


Para comprobar hasta dónde la subversión había conseguido echar raíces dentro de la sociedad, basta ver dónde lograron capturar a uno de los combatientes fugados; nada menos que en la casa del alcaide de la prisión.



Volviendo a Negrín, luego de esta fuga fue nuevamente capturado en el monte tucumano, para ser liberado (cuándo no) en uno de los más nefastos días de los que se tenga memoria en el país: el 25 de mayo de 1973.
Y pese a que en el obituario publicado en "Estrella Roja" N°63 del 03/11/75 se indica que perdió la vida durante una emboscada (acción militar) junto al "Capitán Aníbal" (Oscar Asdrúbal Santucho), su nombre figura en la base de datos del Parque como "detenido-desaparecido" (?).